Cuidados del jardín en agosto

¿Qué ocurre en estos días del año? Los días son más largos y estiramos todo lo posible los momentos de ocio en casa, fuera de la misma y, cómo no, en el jardín. Si eres un afortunado/a y gozas de tu propia parcela de césped, te va a encantar leer este planning de puesta a punto del mismo.

Limpieza del césped y eliminación de malas hierbas

¿Has localizado dientes de león, ortigas y otras hierbas ‘ocupas’ que suelen frecuentar el jardín? Si te cuesta un poco identificar aquellas de las que debes prescindir para mantener un suelo sano, presta atención a lo siguiente: observa la maleza, verás que hay plantas que crecen ‘a lo salvaje’ y desde su semilla se observa una naturaleza fuerte, robusta y casi antojadiza que puedes eliminar con una azada de mano. ¡Esas hierbas son las más fáciles de localizar!

Cuidado, es mucho mejor esperar a que estas plantas crezcan dos o tres semanas a arrancarlas justo cuando nacen. ¿Por qué? Está comprobado que, si las cortamos desde su germinación, se consigue el efecto contrario: que crezcan más todavía y mucho más fuertes. Ya has localizado el primer grupo, ahora toca centrarse en el segundo, donde te encontrarás con las llamadas malas hierbas de rizoma. ¿A qué nos referimos con ellas? Suelen diseminarse debajo de la tierra a través de sus raíces, no a través de sus semillas ‘hacia arriba’. Puedes extraer esta maleza con la ayuda del mantillo o utilizando las manos.

Un dato: ¿sabías que no todas las denominadas ‘malas hierbas’ son tan malas como las pintan? Los dientes de león y los cardos permiten que otras plantas que sí queremos en nuestro jardín ideal crezcan más saludables. En cualquier caso, siempre quedará a tu criterio si deseas conservarlas o no.

Drenaje y abonado: ¡necesarios!

La preparación del terreno es vital si quieres gozar de un jardín saludable, bonito y fértil

Hay abono orgánico y abono mineral. El primero se suele referir al estiércol, compost o turba, mientras que los abonos minerales o químicos contienen alimentos como el nitrógeno o el fósforo. Varios expertos sostienen la idea de que lo mejor es mezclar ambos (mineral y orgánico) para crear un suelo apto para la siembra.

Ahora toca labrar el terreno más o menos con una profundidad de 20-25 centímetros, ideal para la siembra. Procura no condicionar a otras plantas aledañas que sigan su crecimiento natural. Escoge bien la zona de tu huerto y realiza un abonado de fondo consultando antes la información necesaria para hacerlo. Puedes hacerte con sustratos listos para el abono y que así te sea más fácil hasta que te hagas un experto labrador.

Hora de siembra, ¡qué gratificante!

Aunque el mejor momento para la siembra es la primavera, es cierto que en las semanas más tempranas del verano puedes esforzarte para conseguir el suelo ideal para proceder a ella. Utiliza una azada o máquina de labrado para que sea más fácil preparar el terreno: cuanto más sueltes el terreno, la labranza será más óptima

Es momento de sembrar. Puedes elegir las tradicionales semillas de césped y cubrirlas con el llamado recebo para jardín. ¿Qué es esto? Una mezcla de mantillo con arena para que el terreno conserve la humedad necesaria para la siembra. Además, aplica un insecticida especial para los insectos que se alojan en las diferentes capas de la tierra debido, precisamente, a esa humedad.

¿Sabes que sembrar provoca cierto efecto terapéutico en las personas? Está especialmente aconsejado para aquellos amantes de la naturaleza que deseen ocupar su tiempo con actividades relajantes y beneficiosas. La siembra tiene además un halo místico que tiene que ver con la premisa de ‘dejar algo importante en la tierra que nace y crece gracias a tus cuidados’. ¿A que es bonito? Una razón más para emplearte a fondo en tu jardín.

Riego:  pautas para hacerlo bien

Es una de las actividades más importantes para mantener el césped y jardín a punto. Hazlo a primera hora de la mañana para evitar el calor cuando suban las temperaturas en verano. El método a utilizar es indiferente en cuanto al resultado que vas a obtener, por lo que puedes utilizar para el riego el utensilio que más te convenga. ¡El caso es regar! Y regar bien… Aún así,hay algunos trucos que queremos compartir contigo:

– Como te hemos comentado antes, ¡es importante dedicar tiempo de calidad al riego! Hazlo en el momento adecuado, con la ropa ideal para ello y, por supuesto, los utensilios necesarios.

Presta atención a las plantas en maceteros colgantes: suelen precisar más agua que el resto de plantas.

¿Has pensado en colocar debajo de estas otras plantas para aprovechar ese agua y economizar?

– Puedes pintar el interior de la maceta para conservar mejor la humedad. ¿A que no conocías este truco?

FUENTE: FACILISIMO.COM