La falta de lluvias que ha protagonizado todo el otoño y lo que llevamos de invierno provocó la actuación, hace un mes, de los agricultores y el Cabildo tinerfeño con el fin de hacer frente a una posible sequía este verano. Pero las precipitaciones registradas esta última semana han dado un gran respiro al sector, pese a que el granizo causó algunos daños en el campo.
Las lluvias registradas estos últimos días, casi las únicas del año, han permitido elevar el 5% el nivel de las balsas tinerfeñas, que pasan de estar, como media en el 51% a finales de enero al 56% de su llenado, que contabilizan en la actualidad.
Daños en el campo
Con respecto a los daños causados por estas lluvias cabe destacar el daño causado en algunas explotaciones con cultivos al aire libre que si registraron destrozos de cierta consideración, éstos fueron cultivos de flor cortada y principalmente de Proteas en medianías.