“Un euro invertido en jardinería supone 11 euros de ahorro para el Estado”.

La Asociación Profesional de Horticultura de Aragón, Rioja, Navarra y Soria (APHARNS) representa a las empresas más importantes de viveristas del valle Medio del Ebro. Forman parte de ella 32 firmas dedicadas a la fruticultura, a la jardinería (construcción y mantenimiento) y a las plantas ornamentales de la zona, de las que la mayor parte corresponden a Aragón. Juntas responden a más del 80% de la producción de planta de la región.

 ¿Qué peso tiene el sector viverista aragonés a nivel nacional?

Antonio Parrilla: Como productores de frutales somos de los más importantes.  Vendemos en toda España y parte del extranjero. Solamente de la Asociación salen cada año 500.000 yemas para que sus asociados injerten. Nuestros asociados venden olivos en Andalucía, almendros en Murcia, en Marruecos,… En cuanto al tema ornamental en España está muy concentrado en Cataluña, Valencia, Andalucía… Antes aquí sí había más producción de ornamental, pero con el tema de la crisis muchos tuvieron que readaptarse. Se sigue produciendo algo de planta, pero ahora mismo en el sector ornamental aragonés se compra y se vende más que se produce y se vende. La distribución de otras comunidades es muy buena y pides casi al detalle.

 ¿Hay algún tipo de planta cuya producción tenga una mayor importancia o relevancia en Aragón?

Antonio Parrilla: Estos años por ejemplo el almendro ha sido el producto estrella probablemente ahora está cambiando pistacho, avellano…

Javier Gómez: El de los frutos secos es un sector al alza. En el almendro ha habido un aumento extraordinario en las producciones de California o de otros estados tanto miembros de la comunidad europea como extracomunitarios hay un aumento extraordinario y el pistacho está siendo una de las grandes alternativas que se está buscando, aunque tiene muchas complicaciones a la hora del cultivo.

Este año, han estado ustedes en alerta por la presencia en la península de una bacteria letal para algunas plantas, la Xylella. ¿Cómo está la situación en Aragón?

Javier Gómez: En junio aparecieron en Alicante tres focos. Nuestro sector está especialmente sensibilizado puesto que las medidas de contención que determina Europa son extraordinariamente severas. En caso de aparecer esta patología en una especia vegetal, en un radio de 5 kilómetros está prohibido sacar material vegetal durante cinco años. Un agricultor puede sacar fruta, pero en el caso de que en esta zona de contención nos encontremos un vivero, un productor de planta, no poder sacar material vegetal durante cinco años significa su ruina total. El sector viverístico es el que más concienciado está de este problema y el que más medidas toma para evitar al introducción de Xylella en sus espacios, por lo que estamos trabajando para que se minimicen un poco estas medidas de contención.

¿Cómo ha afectado la reciente crisis económica a su sector?

Antonio Parilla: La crisis afectó a los sectores de jardinería y planta ornamental porque al fin y al cabo vamos al rebufo de la construcción. Si no se hace una urbanización, no se colocan árboles. Sufrieron tanto los jardineros, porque no se realizaban los servicios, como los productores de ornamental porque la planta no se coloca. Dentro de la jardinería, cuando llegó la crisis hubo mucho desvío hacía el trabajo sumergido.

Javier Gómez: Uno de los objetivos de la asociación es precisamente luchar contra el intrusismo laboral. Cualquier persona con un rastrillo y unas tijeras se autodenomina jardinero y se dedica a hacer obras de jardinería.

¿Cómo se puede evitar ese intrusismo?

Antonio Parrilla: De momento se ha hecho una campaña con los administradores de fincas porque además la legalidad deja bien claro que para trabajar en cualquier ámbito de la jardinería tienes que estar en el convenio nacional de jardinería. No siempre es correcto que en comunidades el que hace la limpieza hace el jardín. Lo que hay que hacer es dignificar el sector, que la gente se dé cuenta de que no puede tener a un jardinero al que le paga cinco euros la hora.

Javier Gómez: Nuestra asociación, junto con otras asociaciones logró bajar el IVA de las plantas hace dos años, del 21 al 10%. Pero los precios de venta no han subido, han seguido estables. En estos momentos estamos luchando por que las obras de jardinería tengan un IVA reducido o que el particular pueda desgravárselas del IRPF en base a los beneficios tanto estéticos y de salud que puedan suponer, como al hecho de los espacios verdes.

¿Hay una concienciación en la sociedad de los beneficios del espacio verde?

Antonio Parrilla: Yo creo que sí. Y también por parte de la administración. En la pequeña jardinería, en la bricojardinería, creo que ha habido un retroceso: la gente se cansa. Pero sí que hay demanda de espacios verdes y de que estén en condiciones. Recientemente llevamos al Ministerio de Hacienda un estudio realizado por Bélgica y Holanda, que aplicaron medidas fiscales a favor de la jardinería, y se demostraba que se incrementaban los ingresos fiscales al bajar el IVA o al repercutirlo en el IRPF.

Javier Gómez: Hay un dato muy significativo que nos dice que un euro invertido en jardinería supone 11 euros de ahorro para el Estado, tanto a nivel sanitario, como de bienestar, de negocios alrededor de los espacios verdes, bares, alquiler de bicicletas, etc..

 ¿Contemplan otras medidas o iniciativas para dinamizar el sector?

Antonio Parrilla: Ahora estamos con el tema de las Villas Floridas. Se intenta que haya una especie de “guía Michelin” de ayuntamientos en función de su calidad medioambiental, de manera semejante a lo que ahora hacen en Francia o en Cataluña. Allí los ayuntamientos tienen una calidad de tres, cuatro, cinco flores en función de una serie de baremos.

Javier Gómez: Francia, Italia, Canadá, Inglaterra, Irlanda… son países que ya lo tienen implantado. En Cataluña llevan cinco años con el proyecto Villas en Flor y poblaciones que estaban a pie de carretera y antes la gente no paraba, por el hecho de poner el cartel de Villas en Flor y de tener la entrada del pueblo con cierto ornamento, han multiplicado por cuatro la gente que para.

FUENTE: FEEJ