Canarias se sitúa a la cabeza de las comunidades autónomas en las que la población rural creció entre 2008 y 2014. En esos seis años, el número de habitantes de las zonas agrarias registró un crecimiento del 2,98 % un índice únicamente superado por País Vasco, Madrid y Baleares. En otras palabras 5.887 personas decidieron establecer su residencia en el medio agreste canario durante ese período. Los factores que han impulsado el regreso al campo de los canarios son varios. Por un lado, el menor coste de la vivienda y, por otro, la mejora de la comunicación por carretera con la consiguiente reducción en los tiempos de desplazamientos hacia los núcleos urbanos.